A Christopher Rivas, un pescador de localidad de Barobo, un plácido lugar en el océano Pacífico al sur de Indonesia, le llamó la atención encontrarse con un barco que se paseaba como un fantasma errante por las aguas donde suele pescar.
Ocurrió el pasado 26 de febrero: Rivas vio la embarcación a la deriva, subió a cubierta y bajó a la cabina para investigar qué había ocurrido, pero sobre todo, cómo el barco había llegado hasta allí.
De inmediato, la policía dio a conocer la información por su página de
Facebook, donde narraba los detalles del macabro hallazgo y pedía información para lograr la identificación del hombre.
Y en su interior se encontró con una sorpresa: el cuerpo momificado de un hombre sentado en la mesa de cartas junto a la radio del barco, de acuerdo al reporte de la policía de Borobo.